Transformarse en una organización ágil

Nuestra empresa quiere empezar a transformarse en una organización ágil. Pero ¿por dónde empezamos? ¿Abordamos primero la cultura para poder «ser» ágiles, o ponemos primero en marcha los marcos de trabajo para que podamos «practicar” la agilidad? Y así comienza la batalla entre dos fuerzas: la cultura y los marcos de trabajo

Si pudiéramos usar una varita mágica e inmediatamente cambiar de cultura o implantar los marcos, y la única condición que tendríamos sería la de garantizar los resultados en un corto período de tiempo, ¿qué cambiaríamos primero? 

¿Es el primer paso para transformarse en una organización ágil empezar con los marcos de trabajo

Transformarse en una organización ágil: marcos de trabajo

Para empezar a hacer cosas en organizaciones que están funcionando como silos, o en aquellas que funcionan con modelos de gobierno en cascada, debemos de contar con líderes autorizados que presionen a la organización y a los jefes de proyecto para que actúen como facilitadores. Los equipos cuando no son multidisciplinares no pueden eliminar todas las dependencias en su camino. 

Frente a este tipo de desalineación, las luchas de poder son el gran problema. Es difícil lograr que las personas se centren en las metas, hacerles responsables y permitirles que se empoderen y se concentren. Los líderes no llegarán a lograr los resultados, los jefes de proyecto estarán atrapados y los equipos se derrumbarán. 

Podemos tener todas las intenciones correctas pensando que, si contratamos a un Agile Coach, o si enviamos personas a cursos y les enseñamos cómo hacer Scrum o SAFe, esas prácticas conducirán a un cambio cultural. Pero lo que veremos es que las personas aprenderán a hacer, pero realmente no aportarán el valor que nos ofrece Agile. 

Cuanto más compleja sea la organización, es menos probable que estas estrategias tengan éxito. Scrum y SAFe pueden sacar a la luz nuestros impedimentos. Pero si no tenemos la estructura para apoyar la eliminación de estos el proyecto fracasará estrepitosamente. 

Entonces la idea es que, si estamos haciendo todas las prácticas de la manera correcta pero aún no obtenemos los resultados correctos, debe ser un problema cultural, ¿verdad? Cambiando nuestra forma de pensar, las prácticas encajarán en su lugar y funcionarán como se supone que deben de hacerlo

¿Es un cambio cultural lo que necesitamos?

Entonces, si estas mentalidades que nos mantienen estancados cambian de la noche a la mañana, ¿qué haríamos a continuación para obtener resultados? Es muy difícil responder a esta pregunta. Y entonces llegamos a la conclusión de… ¿y si realmente es un problema cultural? 

Si pudiéramos cambiar la mentalidad de la organización para que piense de forma más adaptativa, con menos comando y control, y lograr que las personas se comporten de una manera más ágil, tal vez sea mucho más probable que se puedan adaptar los marcos y buenas prácticas. 

Podremos adaptarnos y estar dispuestos a cambiar, tener una mentalidad de crecimiento o ser líderes empoderadores. Pero cuando el ecosistema y las formas en que estamos estructurados se interponen a los mensajes que los agilistas están tratando de desplegar, esto nos indica que la organización está claramente desalineada

Transformarse en una organización ágil: cambio de cultura

Lo que realmente necesitamos 

Es difícil sacar valor de Agile si primero no configuramos el tablero de juego correctamente, si no disponemos de todas las piezas correctas en su lugar y no tenemos todos los niveles adecuados. Eso no quiere decir que la cultura y los marcos no importen ni influyan. 

Un cambio cultural como parte de la transformación ágil es necesario pero insuficiente, y no es el punto exacto para comenzar. 

La implantación de los marcos y buenas prácticas es esencial pero también insuficiente, y no tampoco es el único punto de partida. 

El punto de partida es crear un ecosistema y una estructura subyacente para que la organización pueda permitir que la cultura y los marcos funcionen y, por lo tanto, permitir que la organización se dé cuenta de todos los beneficios que Agile nos puede ofrecer. 

¿Quieres que te ayudemos a comenzar el cambio en tu organización? Puedes comenzar por nuestra Guía de Transformación Agile.